La residente de Huntington Park Stephanie Martínez tenía sólo cinco años de edad cuando sus padres la trajeron a vivir a EE.UU. como indocumentada. Ahora a sus 23 años, ella es una de las aproximadamente 853.000 personas en el país que tienen un estatus temporal cuasi-legal a través de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) promulgada por el presidente Obama en 2012.
También hoy en día ella tiene un seguro de salud, pero al igual que muchos en su situación el camino hacia la cobertura estuvo lleno de obstáculos complicado por el estatus mixto de inmigración de su familia y un ingreso familiar combinado considerado demasiado alto para calificar para los subsidios de salud, pero demasiado bajo para pagar un seguro privado.
Bajo DACA, los jóvenes entre 16 y 31 años de edad que fueron traídos al país ilegalmente cuando eran niños pueden evitar temporalmente la deportación y trabajar legalmente en EE.UU. siempre y cuando cumplan con ciertos requisitos, como asistir o terminar la preparatoria y pasar una prueba de antecedentes criminales.
Para muchos que han calificado hay un sentido de normalidad, de no vivir más bajo la sombra de la sociedad, a menos que al igual que Stephanie vivan en un hogar de “estatus mixto”, donde algunos miembros de la familia son ciudadanos, residentes legales, o beneficiarios de DACA, pero otros son indocumentados.
Cuando fue promulgada en 2014, la Ley de Asistencia Asequible (ACA)—también conocida como Obamacare—los beneficiarios de DACA, comúnmente conocidos como “soñadores”, y los inmigrantes indocumentados quedaron explícitamente excluidos para comprar cobertura de salud a través de los planes patrocinados por el gobierno ni a recibir créditos tributarios de primas u otros ahorros en el mercado.
“Es política,” dijo a EGP Gabrielle Lessard, abogada de política de salud con el Centro Nacional de Leyes de Inmigración, explicando que la Administración Obama sabía que se enfrentaría a una reacción violenta si se permitiera a los indocumentados y beneficiarios de DACA participar en el programa, pese a que pagan impuestos, los mismos que ayudan con subsidios a la cobertura.
A su corta edad, Stephanie no estaba preocupada por no tener seguro de salud; después de todo, es joven y saludable. Sin embargo, no se podía decir lo mismo de su padre Álvaro Martínez, quien sufre de diabetes y necesita atención médica constante. Él enfrenta una lucha para obtener atención médica asequible debido a su estatus de indocumentado.
Así que el año pasado, cuando el padre de Stephanie le pidió que solicitara cobertura de salud para la familia a través del seguro de salud del estado, Covered California, ella aceptó y llenó la solicitud en una feria de salud patrocinada por AltaMed.
Laura Ochoa coordinadora de mercadeo, trabaja en el programa de AltaMed “Soñadores y Medi-Cal” que revisa si beneficiarios de DACA son elegibles para el programa de Medi-Cal del estado para familias de bajos ingresos, incluyendo a beneficiarios de DACA que pudieran calificar para la cobertura bajo el reconocimiento del estado de individuos que se encuentran residiendo permanentemente en EE.UU. protegidos por la ley de color (PRUCOL por sus siglas en inglés), una categoría de elegibilidad para beneficios públicos creado por los tribunales.
Según los funcionarios de inmigración de EE.UU., “un individuo puede ser elegible para Medicaid (Medi-Cal), si es un extranjero que reside en EE.UU. con el conocimiento y permiso del Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) y el INS no contempla exigir la salida del extranjero”, como es el caso de los beneficiarios de DACA.
Los destinatarios de DACA de California y Nueva York cumplen con la norma PRUCOL, dijo Lessard.
Algunos requisitos para calificar para el Medi-Cal de California para los beneficiarios de DACA incluye que tengan un permiso de trabajo válido, un número de seguro social, identificación y prueba de sus ingresos, dijo Ochoa.
Pero el caso de Stephanie era más complicado. Los ingresos combinados de la familia de $46,000 superó el máximo nivel de pobreza federal (FPL) del 138%, o $33.534 al año para una familia de cuatro. Su estado migratorio mixto—sus padres son indocumentados—también hizo que la cobertura de grupo a través del mercado de salud fuera poco probable. El seguro privado es demasiado caro, dijo Stephanie.
Un estudio realizado por el Dream Resource Center del UCLA Labor Center encontró que uno de cada diecisiete niños en EEUU viven en hogares de estatus mixto migratorio.
“Las familias de estatus mixto son un grupo demográfico que crece en Estados Unidos” y su resultado de salud proporciona información sobre el futuro de la salud de la población de EEUU, de acuerdo al estudio “Sin Papeles y Sin Seguro; Un informe de cinco partes sobre jóvenes inmigrantes y la lucha por cuidados de salud en California”.
Stephanie estudia en el Colegio de Santa Mónica y trabaja a tiempo parcial. Dice que es todavía depende de su familia en necesidades básicas como comida y techo.
Según Ochoa, la mejor opción para Stephanie era aplicar como un individuo. Ella dijo que los estudiantes que ganan alrededor de $10.000 podrían calificar para Medi-Cal incluso si sus padres los reclaman como dependientes.
“Si son estudiantes de medio tiempo y trabajadores de medio tiempo, lo más probable es que son elegibles”, agregó.
A principios de este año Stephanie aplicó de nuevo pero esta vez sola y fue aprobada para la cobertura de Medi-Cal mediante L.A. Care Health Plan comenzando el primero de junio.
Mientras exploraban opciones para la familia, Stephanie también descubrió que el Sr. Martínez califica para la cobertura mediante el programa Capacidad de Pago (ATP) del condado de Los Ángeles, que ofrece servicios de salud asequibles para los residentes del condado de LA que no califican para planes de Medi-Cal, Medicare o Covered California independientemente de su situación migratoria.
El programa es gratis para “individuos con ingresos iguales o menores de $1.367 por mes” y tiene una “[opción] de bajo costo para las personas con ingresos por encima de $1.367 por mes”, como es el caso del Sr. Martínez.
Los solicitantes de ATP sólo pagan por el mes que visitan el hospital o sus clínicas asociadas. Los servicios incluyen visitas al médico y de emergencia, pruebas y medicamentos, explica la página de Internet de Servicios de Salud del Condado de Los Ángeles.
El estudio “Sin Papeles y Sin Seguro”, afirma que la salud de los californianos indocumentados es crucial para el bienestar del estado.
Los investigadores recomiendan expandir ACA a todos los californianos sin importar su estatus migratorio o nivel de ingresos.
“No hay tal cosa como la salud individual; toda la salud es pública y común”, afirma el estudio.
El proyecto de ley SB 10, la exención de la salud para todos, del senador estatal Ricardo Lara, fue recientemente aprobada por los legisladores del estado y podría permitir que los inmigrantes indocumentados compren cobertura de salud a través del mercado de Covered California, pero requeriría primero la aprobación federal.
Martínez le dijo a EGP que ella esta contenta ahora tiene un seguro de salud, pero todavía se preocupa por los problemas de salud de su padre. “Él tiene más necesidad que yo”, dijo.
En la Parte 3, EGP explora cuales son las penalidades para los Soñadores sin seguro de salud y da un vistazo más de cerca a la SB 10, que podría permitir a los beneficiarios de DACA e inmigrantes indocumentados comprar planes de cuidado de la salud a través de Covered California.