Por Harold Pierce y Stephanie Innes
Center for Health Journalism Collaborative
Los senadores del estado votarán esta semana un proyecto de ley que podría intensificar las normas sobre informes de casos de fiebre del valle y ordenar la divulgación pública. El objetivo: aumentar la conciencia sobre la fiebre del valle, una pérfida enfermedad respiratoria endémica en la región suroeste de Estados Unidos.
“Podemos salvar vidas si nos aseguramos de que la gente esté informada sobre la fiebre del valle”, señaló Salas en una declaración. “Sin cura ni vacunas para combatirla, lo que necesitamos en este momento es educar al público sobre los signos y síntomas de esta enfermedad para prevenir el contagio y garantizar el diagnóstico temprano y preciso.”
Salas introdujo este proyecto de ley luego de que el proyecto de USC, Center for Health Journalism Collaborative, del cual The Californian es miembro, reveló importantes errores en la manera en que se registran los casos de fiebre del valle en los organismos de salud pública a nivel local, estatal y federal. Si no se realiza un control adecuado de la enfermedad, los expertos no son capaces de establecer si existe o no una epidemia, lo que a veces puede llevar varios meses en determinarse, indicó The Collaborative. Los expertos recomiendan mejorar la comunicación e intercambio de informes de laboratorio entre los organismos de salud pública y diseñar más iniciativas para generar más conciencia pública: ambos elementos forman parte del proyecto de ley propuesto.
Inicialmente, Salas buscaba obtener dos millones de dólares para financiar iniciativas para generar conciencia pública, pero dicho dinero se perdió en el proceso de asignación de fondos. En la actualidad, su oficina se encuentra investigando el nivel de conciencia sobre la fiebre del valle que existe en el ámbito médico, y posiblemente proponga nuevos proyectos de ley.
La fiebre del valle, también conocida como coccidioidomicosis, se contrae por inhalación, cuando las esporas de un hongo endémico de la región del suroeste de Estados Unidos, se dispersa por el aire. La mayoría de las personas no presentan síntomas, pero otras sufren fiebre, tos, cansancio extremo y sarpullido, entre otros síntomas. En algunas ocasiones poco frecuentes, la espora puede propagarse al torrente sanguíneo y provocar meningitis micótica, lo que puede generar problemas de salud crónicos e incluso la muerte.
Los casos de fiebre del valle han aumentado recientemente, lo que hace aún más urgente la necesidad de buscar una respuesta a nivel legislativo.
En todo el estado de California, se registró un fuerte incremento en la cantidad de casos, de 3.000 en el año 2015 a más de 5.700 en el año 2016, según el Departamento de Salud Pública de California. En el Condado Kern fue donde se registró la mayor cantidad de casos, con 2.310 infecciones y seis muertes en dicho año.
A pesar de esto, la fiebre del valle no recibe fondos estatales para llevar a cabo campañas que generen conciencia pública. El virus Zika, que a la fecha infectó a unas 23 personas en todo el estado, recibió el año pasado 27.000 dólares en fondos para generar conciencia pública únicamente en el Condado Kern.
Entre tanto, el estado de Arizona, otro estado donde la fiebre del valle ha causado una epidemia, no ofrece ningún tipo de financiación estatal para campañas de conciencia sobre la fiebre del valle, aunque dicha enfermedad causa habitualmente unas 50 muertes al año, según indican datos de organismos estatales de la salud. Se registraron unos 6.101 casos en Arizona en 2016.
El Departamento de Servicios de la Salud de Arizona depende de un subsidio de 96.868 dólares para proyectos de vigilancia y educación financiados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Desde el año 2008, el presupuesto del programa nunca superó los 100.000 dólares anuales.
“Que yo sepa, en Arizona no contamos con leyes ni nada parecido a lo que se hace en California”, afirmó el Dr. John Galgiani, director del Centro para la Excelencia sobre Estudios de Fiebre del Valle de la Universidad de Arizona, un centro financiado íntegramente por un subsidio.
“No recuerdo que en Arizona haya habido ninguna iniciativa sobre la fiebre del valle a nivel legislativo, en ningún momento. Creo que tiene mucho sentido que Arizona atienda este tema, como lo está haciendo California. Las leyes establecidas en California son un gran primer paso”.