¿Quién cuida a los niños sobrevivientes de violencia doméstica?
(Foto por Ana María Abruña | Todaspr.com)
Puerto Rico está en una emergencia por violencia de género. En respuesta a más de tres años de reclamos y manifestaciones feministas, el gobernador Pedro Pierluisi emitió en enero de 2021 una orden ejecutiva con la que se comprometió a unir esfuerzos entre agencias y organizaciones para hacerle frente.
La medida responde al incremento de la violencia de género en el archipiélago registrado desde que el huracán María pasó por Puerto Rico el 20 de septiembre de 2017. Se trata del fenómeno más devastador en la historia moderna de Puerto Rico. Destruyó más de 70,000 casas y provocó el colapso de carreteras y la infraestructura eléctrica, con la consecuencia de de 2,975 muertos, según los estimados oficiales, aunque un estudio de la Universidad de Harvard ubicó la cifra en 4,645.
En ese contexto de desastre y desprotección, sabemos que, al menos, 60 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas, y decenas de niños han quedado huérfanos de madre. No sabemos cuántos son, dónde están ni quién los cuida.
La propuesta que trabajaré con el Impact Fund for Reporting on Domestic Violence pretende poner la mirada sobre los niños víctimas y sobrevivientes de la violencia doméstica en un contexto de trauma recurrente en Puerto Rico, y sus cuidadores, que muchas veces son sus abuelas maternas. También, busco describir cómo, si de alguna manera, el gobierno considera a la niñez como parte de sus planes en la atención a la violencia de género.
Y es que, el trauma que genera el crimen machista se suma a los traumas colectivos que Puerto Rico ha vivido por los pasados cuatro años. Luego del huracán María, una serie de terremotos afectó la zona sur de Puerto Rico entre diciembre de 2019 y enero de 2020. Desde marzo de 2020, como el resto del mundo, la COVID-19 ha trastocado, nuevamente, las rutinas de los puertorriqueños.
La investigación será copublicada por el Centro de Periodismo Investigativo, donde trabajo como reportera en temas de recuperación, y Todas, el medio que fundé junto a colegas en 2018 para reportar historias sobre justicia de género y equidad. Será publicada en español y traducida al inglés.
El problema de las estadísticas en Puerto Rico
Para hablar de niños víctimas y sobrevivientes de violencia doméstica, las cifras y los datos son importantes. Pero las estadísticas gubernamentales en Puerto Rico han sido históricamente poco confiables.
El número de mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas, lo sabemos gracias al trabajo de personas independientes, como Carmen Castelló, una trabajadora social retirada que, desde su apartamento, lleva desde 2011 su propia base de datos de feminicidios y desapariciones de mujeres en Puerto Rico. Bajo la página de Facebook Seguimiento de casos, informa voluntariamente de crímenes contra mujeres y el estatus del proceso judicial de los feminicidas.
“Entiendo que es importante hacerlo y hacer la denuncia, y, en el camino, he contado con personas que apoyan mi trabajo, y eso me da fuerza”, dijo Castelló sobre su labor en una entrevista para Todas, en 2019.
Distintas organizaciones usan sus datos como referencia porque sus cifras de mujeres asesinadas y desaparecidas suelen ser diferentes a las de la Policía.
Entre estas organizaciones no gubernamentales están Kilómetro 0 y Proyecto Matria, que asumieron la tarea de ampliar el trabajo de Carmen Castelló para llegar a un número más certero de mujeres asesinadas entre los años 2014 y 2018.
Pudieron constatar que la Policía de Puerto Rico, recurrentemente, subcontabiliza los asesinatos de mujeres por razón de violencia doméstica. Entre 2014 y 2018, el número oficial de la Policía, por año, fue de 11% a 27% menos que los números de la investigación independiente que realizaron juntas ambas organizaciones, La persistencia de la indolencia.
A esta falta de precisión gubernamental, se le sumó, luego del huracán María, el colapso de la infraestructura eléctrica y de comunicación, lo que ha dificultado aún más tener estadísticas certeras de las fechas cercanas al desastre. Las organizaciones que proveen servicios a víctimas de violencia doméstica y agresión sexual, sin embargo, pudieron reportar un incremento en la violencia contra las mujeres desde el paso del huracán, según una investigación del Centro de Periodismo Investigativo.
La inacción gubernamental ante el problema de violencia de género movilizó a colectivos de defensoras de derechos humanos para crear en 2020 el Observatorio de Equidad de Género, que ha continuado con la recopilación de estadísticas de feminicidios en Puerto Rico.
Su trabajo permite mirar con un mejor enfoque que la violencia doméstica no es un asunto privado ni individual. Es un problema social, colectivo, del que los niños también son víctimas.
Cuando un padre es un feminicida y una madre ha sido asesinada, ¿quién cuida a los niños?
Esa es una de las respuestas que pretendo encontrar como parte de esta investigación.