Amamantar es lo más natural
The lack of support for breastfeeding in hospitals has a bigger effect on low-income mothers. It is common for hospitals to offer formula for newborn babies or separate them from their mothers at birth, without medical reason. Such practices are considered huge barriers to breastfeeding because they hinder the start.
SAN FRANCISCO - Existen muchos hospitales en California que no fomentan la lactancia materna.
Es común que les ofrezcan fórmula a los bebés o los separen de sus madres al nacer, sin una razón médica válida. Dichas prácticas son consideradas barreras inmensas para la lactancia porque dificultan este comienzo.
Así lo explicó Karen Farley, directora de los programas de la Asociación WIC de California, un grupo que apoya al programa federal de asistencia nutricional para mujeres embarazadas, infantes y niños, llamado WIC (Women Infant and Children).
La Asociación WIC de California y el Centro de Lactancia Humana de la Universidad de California en Davis, publicaron un reporte donde se señala que a pesar de que cerca del 90% de las mamás que dan a luz en California tienen toda la intención de amamantar a sus bebés, solo la mitad los alimenta exclusivamente con leche materna, una vez que las dan de alta de los hospitales, tras el parto.
En dicho estudio, titulado "Un hospital a la vez: superando las barreras para la lactacia", publicado en enero de 2011, se indica que por lo general, las mujeres de bajos ingresos y de grupos de minoría son atendidas en los hospitales que cuentan con las prácticas más deficientes en torno a la lactancia.
En varias investigaciones se han en$disparidades en cuanto a la lactancia materna entre los diferentes grupos raciales, lo que se ve impactado, en parte, por los niveles de educación y recursos financieros de las madres.
La encuesta titulada Evaluación de la salud materna y de bebés en California de 2009, realizada por el Departamento de Servicios de Salud de California, halló que 30.5% de las inmigrantes latinas amamantaban exclusivamente a sus bebés a los tres meses de edad. El porcentaje se incrementó entre las madres blancas a un 57.1%.
¿Las dos?
Haydée Herrera, consultora de lactancia a través del programa WIC del Centro de Salud Nativo Americano (Native American Health Center) de Oakland, dijo que las latinas tienen la fama de darle "las dos" -leche materna y de fórmula- a sus hijos. Y es por eso que, a veces, en los hospitales alimentan a sus bebés con fórmula sin consultárselos.
Para motivar a las mamás latinas a que den pecho exclusivo, la Coalición de Lactancia de Massachusetts lanzó recientemente una campaña que utiliza unos pósters bilingües (en español e inglés) donde se ve a un bebé con la leyenda: "¿Las dos? Mamá tú ya tienes las únicas dos que necesito. ¡Si me das fórmula no producirás suficiente leche para mí!".
Esa tendencia -de complementar la leche materna con fórmula- es evidente en San Francisco. De las mamás latinas que acuden al programa WIC de esa ciudad, 21% dan pecho y fórmula a sus bebés, 11% dan pecho exclusivo y el 14% alimenta a sus bebés solo con fórmula. Magdalene Louie, coordinadora de ese programa, precisó que su organización ayuda a alrededor de 4,000 mujeres al mes, 47% de ellas son latinas.
El programa WIC proporciona, entre otras cosas, clases de lactancia y nutrición en español a las familias latinas de bajos ingresos.
Mitos y errores comunes
Las especialistas entrevistadas para este reportaje también explicaron que existen mitos entre las mujeres latinas que impactan de manera negativa la lactancia materna.
Marcie Bertram, quien ha trabajado como consultora de lactancia en el hospital Kaiser de Redwood City, por 28 años, consideró que el mito más frecuente es en relación al calostro, esa "primera leche" que se produce durante los primeros tres a cinco días después del parto y que es una fuente de defensas importante. Como el calostro se produce en cantidades pequeñas, muchas "mujeres creen que no producen suficiente leche".
Suzanne Malone, dietista registrada del departamento de Salud Pública de San Francisco y quien ayuda a mamás latinas a través del programa WIC de esa ciudad, dijo que se ha percatado que sus pacientes "cada vez más usan los extractores de lecheporque quieren saber cuánto están produciento". Lo que considera un grave error porque la cantidad de leche que se extraen con el 'sacaleche' no es la misma que obtiene el bebé cuando se prende al pecho.
Algunas mamás latinas además creen que la leche materna no beneficia a sus hijos cuando éstos tienen más de un año de edad.
Elva Rodríguez, comentó orgullosa que les dio pecho a sus dos hijos: Iván, quien ahora tiene 12 años y Michelle de 9 años. "Gracias a Dios son bien sanitos mis hijos, son contadas las veces que se enferman. Nunca han tenido infecciones o alergías", aclaró Rodríguez.
La inmigrante mexicana, quien reside en San Francisco, decidió quitarle el pecho a su hijo menor, Iván, cuando éste cumplió un año. Temía que la mordiera porque ya le habían salido algunos dientes. Y además agregó que la leche maternal "ya no le servía, era pura agua".
Herrera, la consultora de lactancia en Oakland, aclaró que la leche materna beneficia a los niños por mucho tiempo ya que "su sistema inmunológico se termina de desarrollar hacia los cinco años de edad".
Algunas soluciones
Bertram enfatizó que una de las soluciones para combatir estos mitos, es brindar más información a las pacientes durante las visitas prenatales.
En la mayoría de los casos, las mamás reciben consejos sobre cómo amamantar de parte de enfermeras y consultoras de lactancia inmediatamente después de dar a luz en el hospital. Bertram, consideró que no es el momento ideal ya que "después de que tienes a tu bebé estás exhausta y somnolienta". Además dijo se deben proporcionar más recursos en español.
La Liga de La Leche Internacional (LLLI por sus siglas en inglés), considerada la mayor organización en el mundo en cuestión de asesoramiento y apoyo a la lactancia materna, no cuenta con programas de apoyo en español en la Bahía.
Cindy Howard, quien lidera un grupo de apoyo de la LLLI en Palo Alto, reconoció que existe una "gran necesidad" de grupos de apoyo en español en la Bahía. Sin embargo, no cuentan con líderes, que trabajen de manera voluntaria, que hablen español para dirigir los grupos en ese idioma.
"Amigos del niño"
Para la consultora de lactancia Haydée Herrera, una de las soluciones más importantes para incrementar el número de mujeres que amamantan y evitar el abandono de la leche materna, se encuentra en las manos de los hospitales.
Opinó que los hospitales deben implementar prácticas a favor de la leche materna e idealmente establecer la Iniciativa Hospital amigo del Bebé (IHAB), que se estableció en la década de los noventa por la Organización Mundial de la Salud y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF por sus siglas en inglés).
Los dos principales objetivos del dicha iniciativa fueron garantizar que las prácticas de los hospitales apoyaran la lactancia y terminar la distribución de muestras gratuitas o de bajo costo de la leche de fórmula, considerada una industria millonaria.
El total de las ventas de leche de fórmula sumaban, en el 2000, 2 mil 900 millones de dólares, según un reporte del Servicio de Investigación Económica del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
La IHAB estima que 19,000 centros de salud alrededor del mundo han sido galardonados con el estatus de "amigo del niño"; 105 hospitales se encuentran en Estados Unidos y 34 están en California. Dos son del Área de la Bahía: el Hospital General de San Francisco y el Hospital Kaiser de Hayward.
Herrera propuso una estrategia sencilla: "En cuanto nazca el bebé, en los hospitales deben permitir que la naturaleza siga su curso".
Esfuerzo por mejorar
El pasado 17 de febrero del 2011, la senadora Fran Pavley y el senador Kevin De León de California introdujeron una ley (SB 502 o Ley para mejorar la alimentación de los bebés en los Hospitales) que ayudaría a mejorar las prácticas en torno a la lactancia materna en los hospitales del estado. Ésta requeriría a todos los hospitales del estado, que cuenten con unidades perinatales, que definan y establezcan prácticas sobre la alimentación de los recién nacidos.
Dichas reglas tendrían que estar visibles para el público en general y comunicarse al personal de las unidades prenatales de manera rutinaria.