Metas compartidas y colaboración son claves para que las familias tengan éxito
Perla Trevizo is a recipient of the University of Southern California Annenberg Center's Fund for Journalism on Child Well-being.
Other stories in this series include:
Part 1: Arizona Daily Star special investigation: Fixing our foster care crisis
Part 2: Despite state progress in Arizona, 'a lot of desperation, isolation'
Part 3: Hard work of reunification often entails rehab, intensive home services
Reporters reveal deep faults in Arizona’s swollen foster care system
Shared goals, collaboration are keys to family success
Moments of high anxiety for deported dad on custody quest
Racial and ethnic disparities in child removals go unaddressed here
When a parent is deported, path to reunion starts with Pima County group
For migrants, cultural barriers, life’s shocks complicate welfare cases
Barreras culturales, obstáculo para el bienestar infantil entre inmigrantes
Se unen para derribar muros para padres deportados
La ansiedad de un padre deportado peleando por la custodia de sus hijos
Arizona no atiende la disparidad étnica en niños bajo cuidado temporal
(Photo Credit: Perla Trevizo/Arizona Daily Star)
Más colaboración podría ayudar a familias en el Condado Pima a evitar una crisis y mantener a los niños fuera del cuidado temporal, aseguran prestadores de servicios.
“Tenemos sistemas fragmentados con diferentes mandatos y objetivos que trabajan con niños y familias —el Departamento de Seguridad Infantil, salud mental, educación y servicios médicos— y no hay ningún sistema para colaborar o compartir información o siquiera un punto de contacto para ayudar a las familias a tener acceso a los apoyos disponibles”, señaló Susie Huhn, directora ejecutiva de Casa de los Niños. La organización está cambiando su enfoque de servicios de albergue de emergencia a expandir servicios de prevención.
Durante el 2016, el albergue de Casa de los Niños tenía un promedio de 25 niños diarios, dijo Huhn. Un descenso significativo en comparación con las aproximadamente 45 referencias que solía recibir al día de niños removidos de sus hogares. En el 2017, el promedio diario fue por debajo de 15.
El cambio viene del hecho de que DCS, por sus siglas en inglés, está removiendo menos niños de sus casas y a los esfuerzos de la agencia de usar menos hogares comunitarios, añadió Huhn. Esto ha resultado en que su organización expanda servicios de prevención dentro de los hogares y a ayudar a familias y niños que han pasado por estrés extremo.
“Aún trabajamos con las mismas familias”, dijo, “sólo que lo hacemos en diferentes maneras”.
Una de las ideas de Huhn es crear un portal que pueda enlazar a las familias a los servicios disponibles.
“Las familias podrían meter la información sobre lo que necesitan a este portal, que a su vez generaría un menú con las diferentes opciones”, señaló. La elegibilidad podría ser determinada por medio del teléfono —un elemento importante, ya que muchas de las familias necesitadas tienen acceso a teléfonos pero no a medios de transporte.
“Generalmente, las familias que requieren una variedad de servicios sociales y asistencia tienen que ir de oficina en oficina por toda la ciudad, lo cual es particularmente difícil si no tienes un vehículo y cuando estas agencias gubernamentales rara vez están abiertas en las tardes y fines de semana”, dijo Eric Schindler, presidente de Recursos Infantiles y Familiares de Tucsón (Tucson’s Child & Family Resources).
Programas en California, Colorado y el estado de Washington pueden ofrecerle a Arizona algunas ideas.
Conectando servicios
En el Centro Comunitario Magnolia Place en Los Ángeles, las familias llegan para una visita médica, y mientras están ahí quizá se les pregunte si sienten estrés asociado con problemas financieros y si necesitan ayuda.
Si contestan que “sí”, se les refiere a otra organización al otro lado del pasillo en donde pueden ayudarles con recursos para mejorar sus ingresos o aconsejarlos sobre qué necesitan hacer para comprar una casa.
La Universidad de California en Los Ángeles está recopilando los datos para determinar si aquellos pacientes que reciben servicios de ambas organizaciones tienen mejores resultados que quienes sólo son atendidos por una de ellas.
O tal vez una mamá o papá llegue a dejar a su niño a la escuela preescolar y se pase a la oficina del Condado de Los Ángeles para que les resuelvan dudas sobre la manutención de los niños.
El Condado Pima solía tener más centros familiares en las escuelas, pero conforme se fueron recortando los fondos, este tipo de servicio también disminuyó. Algunos distritos escolares como el de Tucsón y Flowing Wells todavía manejan algunos centros, pero son contados y sólo pueden recibir a familias que pertenecen al distrito.
La Iniciativa Comunitaria de Magnolia Place se originó en el 2008 y es una red de organizaciones sin fines de lucro y entidades gubernamentales con la misma visión de fortalecer familias y comunidades enteras para lograr cambios a largo plazo, y de esa manera prevenir el abuso y maltrato de menores. También incluye un espacio físico en donde colaboran algunos de los grupos bajo un mismo techo.
La iniciativa es parte del Children’s Bureau of Southern California, fundado en 1904 con un enfoque en adopción y cuidado temporal, o foster care en inglés. A lo largo del tiempo, el buró había servido a miles de familias, pero no lograba ver un cambio en el bienestar infantil o el maltrato, señaló Sam Joo, director de la iniciativa Magnolia. “Por lo cual se empezaron a preguntar: ‘¿Realmente estamos haciendo lo correcto? ¿Estamos haciendo los suficiente?’”.
La organización identificó cuatro áreas claves que los estudios han demostrado que son necesarias para crear un ambiente seguro y de apoyo para los niños: éxito educativo, buena salud, estabilidad económica y crianza segura y enriquecedora. Luego invitó a otros a trabajar en conjunto.
Lo que se convirtió en la Iniciativa Comunitaria Magnolia es parte de una red nacional, Population Change Learning Community, que incluye otras 10 iniciativas parecidas. Los organizadores decidieron que el enfoque no podía ser crear nuevos programas, “pero, cómo podemos hacer el trabajo de manera distinta y fomentar el trabajo en conjunto entre varios sectores”, dijo Joo.
Un producto de esta iniciativa fue utilizar el sistema 211 para desarrollar un sistema de referencias y seguimiento, CareLinQ. El 211 es una plataforma nacional que conecta a personas con servicios disponibles en su zona. En el Sur de Arizona es dirigido por Servicios de Nuestra Familia, Our Family Services, y no sustentado por el gobierno.
Las organizaciones que firman un acuerdo de entendimiento pueden usar CareLinQ para referir de manera electrónica a una familia a otro grupo, ver qué tipos de servicios recibió esa familia y compartir la información entre sí mismos. El sistema también desarrolla informes mensuales automáticamente para que las dependencias puedan ver quién está refiriendo a quien y los resultados.
Un sistema como este puede ser muy útil para acabar con el aislamiento en el que se opera, señaló Joo. “Usualmente escuchamos que una organización refirió una familia a otro grupo, pero al menos de que tengas una muy buena relación con ellos, nunca te enteras de si en realidad la familia se presentó o no”.
Y la idea es que las dependencias no hagan todo el trabajo. Miembros comunitarios también reciben entrenamiento para convertirse en líderes y embajadores.
Una de las embajadoras dijo que el hacer este tipo de trabajo le había mostrado todo el potencial que tenía y a su vez ayudadó a motivar a sus niños. Para otra participante, su vecindario es más seguro a raíz del centro y sus actividades.
Para que una iniciativa como esta funcione, es clave evaluar datos constantemente, dijo Joo. La iniciativa comunitaria de Magnolia hace encuestas para medir qué tan conectados se sienten los residentes a sus vecindarios, si saben a dónde acudir y sobre seguridad, entre otras preguntas.
Unas seis organizaciones operan dentro del edificio del Centro Familiar Magnolia y proveen servicios que incluyen cuidado médico, servicios bancarios y educación preescolar. El condado de Los Ángeles también tiene una oficina satélite con representantes de los departamentos de manutención de niños, bienestar infantil y servicios sociales.
Y eso no es todo. Un jueves reciente, el horario incluía un retiro en equipo, terapia para la salud mental, clases de nutrición y taekwondo.
Los visitantes también pueden tomar libros prestados de una pequeña biblioteca, usar las aulas, el patio y dos computadoras para buscar empleo.
Para el El Departamento de Niños y Familias del Condado de Los Ángeles el solo hecho de tener a un trabajador social en un ambiente más amigable les ayuda a establecer más confianza con los usuarios.
“Siempre hay mucha ansiedad en las personas dentro del sistema, especialmente si es su primera vez. Desde cómo navegar el sistema, ¿qué va a pasar, me irán a quitar a mis hijos?", señaló el vocero Neil Zanville.
“El sólo darles información básica de lo que es un sistema bastante complicado puede ser muy alentador”, dijo.
Las familias que llaman la atención del departamento por lo general tienen otros problemas que los aflige, como la pobreza o abuso de drogas, dijo Zanville.
El tener acceso a un rango amplio de servicios bajo un mismo techo puede abordar el problema familiar “antes de que escale a algo mucho más serio.”
La iniciativa comunitaria de Magnolia no es un programa, dijo Joo, sino una manera de enfocarse en cómo crear comunidad.
“¿Cómo mejoramos verdaderamente las condiciones en un vecindario? Puede ser por medio de servicios directos como asesoramiento o programas extraescolares y apoyo financiero”, dijo. “Pero la comunidad y los residentes también juegan un papel”.
“Cuando logras que un vecindario funcione de esta manera, muchos de los problemas asociados con el maltrato infantil pueden ser reducidos”, señaló. Y eso regresa al punto de la prevención. Al final del día, cuando los fondos y las organizaciones desaparecen, dijo, “lo único que queda es la comunidad”.
(BREAKER) Giro hacia la prevención
El estado de Washington está tratando de efectuar un cambio, y la colaboración está en centro de su plan.
El estado aprobó en julio una legislación que combinó los servicios a jóvenes, a familias con niños menores de 5 años y su sistema de bienestar infantil.
Washington, como muchos otros estados, ha batallado para ayudar a familias enfrentando problemas serios como lo es la adicción y enfermedades mentales, y a romper los ciclos de pobreza, caos y, en algunas ocasiones, violencia.
Científicos y médicos aseguran que una combinación de estos factores contribuye al trauma — algo por lo que los padres vivieron cuando eran niños, y que, por lo general de manera inconscientemente, le pasan a sus hijos.
Muchos niños pequeños y aquellos de edad preescolar en los programas de educación temprana del estado corrían riesgo de ser removidos de sus hogares o ya estaban en cuidado temporal u hogares comunitarios, dijo Frank Ordway, subgerente del Departamento de Educación Temprana en el estado de Washington.
Al momento de que los oficiales se percataron de toda la ayuda que las familias necesitaban, comenzaron a incrementar los servicios en casa —pero sólo podían alcanzar a un número limitado de familias. A pesar de ello, el éxito de la agencia llamó la atención del gobernador y otras entidades estatales.
El Gobernador de Washington, Jay Inslee, estableció una comisión en el 2016 para examinar las necesidades de las familias y niños en el estado, lo cual llevó a nueva legislación.
“Nuestro sistema está cansado”, señaló Ordway. “Está osificado, con menos recursos de lo que necesita y poca investigación”.
La nueva ley unió a los departamentos de educación temprana, de rehabilitación juvenil y a la Administración Infantil de Washington. Durante el próximo año, las tres agencias van a trabajar en conjunto para facilitar la oferta de servicios y, cuando sea posible, ofrecer servicios de prevención al inicio.
“Es importante que la nueva agencia no adopte resultados específicos como meta, sino que en realidad determine lo que cada familia necesita”, dijo Ordway. “Tienes todos estos programas destinados a ayudar a la misma gente, pero todos están remando en distintas direcciones”.
Inslee ha presupuestado aproximadamente 10 millones de dólares para el nuevo departamento de Niños, Jóvenes y Familias. Los departamentos de educación temprana tienen presupuestos de 620 millones de dólares.
La fusión se había discutido desde hace más de una década y propuestas legislativas habían sido introducidas varias veces. La representante estatal Ruth Kagi, demócrata, inicialmente se había opuesto a la fusión porque pensaba que el cambiar el enfoque a prevención podía significar dejar a un mayor número de niños en hogares no seguros. Pero ahora se da cuenta de que no es así.
“Finalmente concluí que no va a darse una transformación real si la agencia se mantiene como está”, dijo. “Cualquiera que haya trabajado en bienestar infantil sabe que apoyar a las familias y hacerles llegar servicios puede ser una manera muy efectiva para mantenerlas unidas y evitarles a los niños el trauma inmenso de ser removidos”.
(BREAKER) Trabajar con toda la familia
En el Condado Larimer, en Colorado, el enfoque es casi en su totalidad prevención — y un pilar de ello incluye la colaboración y regularmente reunir un equipo para ayudarle a la familia a cambiar.
“Este es un enfoque familiar”, dijo Hava Simmons, quien supervisa la unidad familiar del condado.
Se organizan equipos para enfocarse en la prevención, dijo Simmons, y aquellos que participan lo hacen de forma voluntaria. Puede que algunas familias estén recibiendo servicios por temas relacionados al descuido o abuso de sustancias, y a otras tal vez se les ubicó lo suficientemente temprano como para que esta sea su primera vez interactuando con trabajadores sociales.
¿Cómo saben si está funcionando? En el Condado Larimer, aproximadamente 2.4 de cada mil niños es puesto en cuidado temporal, o foster care. En el Condado Pima, hasta la primavera pasada, el número era 10 por cada mil.
Un miedo común es que si abordas el tema con este enfoque, los niños pueden no estar seguros en sus casas, pero “los datos sugieren lo contrario”, dijo Simmons. “Da miedo, pero los datos muestran que los niños de hecho están más seguros si trabajas con toda la familia. De esa manera creas una relación más real con ellos”.
Las familias se reúnen una vez cada tres meses con un grupo de agencias comunitarias, incluyendo el Departamento de Servicios de Salud, profesionales que trabajan con el tema de salud mental, oficiales del distrito escolar y un defensor de la familia.
Las reuniones son sesiones en donde la familia puede discutir qué funciona y qué necesita mejorar. Los asos en los que hay un menor viviendo en un hogar comunitario son de mayor prioridad.
El defensor familiar se mantiene en contacto con el niño o joven y su familia para poder monitorear cómo van las cosas. En cualquier momento pueden añadir servicios y apoyos distintos.
El enfoque está basado en Systems of Care de la Ley de Servicios Integrales en Virginia, Virginia’s Comprehensive Services Act, el cual requiere que se involucre la familiar y haya colaboración entre los programas que están trabajando con una familia.
Los cambios en Hampton, Virginia, iniciaron a finales de los noventas, cuando de 200 a 300 niños eran removidos de sus hogares y alrededor de 14 mil casos de bienestar infantil estaban abiertos a nivel estatal. En ese momento, los funcionarios decidieron que era hora de empujar la colaboración.
Los cambios en la ley estatal en el 2007 requirieron que el condado se enfocará en mantener unidas a las familias y a los niños fuera de foster care, y en especial hogares comunitarios.
¿Cuál fue el resultado de estos cambios en el Condado Larimer? El número de niños en cuidado temporal bajó en casi un 65 por ciento del 2011 al 2015.
[This story was originally published by Arizona Daily Star.]