Serie Especial: Mi Salud (Special Series: Mi Salud)
49% of the pregnant women enrolled in Mi Salud arrived late to prenatal care during October 2010 and September 2011.
Cuando Mariannete Rivera, de 18 años, confirmó que estaba embarazada, ya tenía tres meses de gestación. Ya lo sospechaba hacía varias semanas, pero, por miedo a confesárselo al padre de la criatura (del cual se había separado recientemente), así como a su familia, básicamente ignoró su estado hasta que un familiar la confrontó al notarle signos de embarazo.
Debido a que ya se encontraba en el segundo trimestre del embarazo, la ginecóloga obstetra a la que acudió inicialmente la refirió a un perinatólogo. Por no haber recibido un cuidado prenatal temprano, la doctora no podía hacerle unos laboratorios importantes para conocer con exactitud la salud del bebé por nacer. Cuando Mariannete llegó al perinatólogo, ya estaba en su sexto mes de embarazo.
“El médico me dijo que está todo bien conmigo y con la bebé, pero estoy un poquito preocupada porque es mi primer embarazo”, dijo al también reconocer que, por no recibir un cuidado prenatal temprano, tiene un embarazo de alto riesgo.
Así como Mariannete, casi la mitad de las embarazadas aseguradas por el Plan de Salud del Gobierno (PSG) tienden a tener acceso al cuidado prenatal cuando ya están en su segundo y tercer trimestre del embarazo.
Más en regiones de Humana
Según datos provistos por la Administración de Seguros de Salud (ASES), de las 33,184 embarazadas que se atendieron durante el primer año de Mi Salud (octubre de 2010 a septiembre de 2011) solo el 51% comenzó su cuidado prenatal durante su primer trimestre de embarazo. Sin embargo, 9,708 (29%) lo hicieron en su segundo trimestre de embarazo y 6,605 (20%) en su tercero y último período antes de dar a luz.
Las mujeres que empiezan su cuidado prenatal tardío -en el segundo y tercer trimestre del embarazo- se exponen a peligrosos riesgos de salud.
Diabetes, alta presión y enfermedad de la tiroides son algunas causas, usualmente condiciones maternas preexistentes, que conducen a posibles complicaciones en el embarazo.
A lo largo del embarazo, se monitorea que la embarazada no padezca de estas y otras enfermedades para poder controlarlas, especialmente desde el inicio de la gestación.
Según los datos analizados, las regiones Este, Sureste y Suroeste, administradas por la aseguradora Humana, fueron donde se identificó un cuidado prenatal tardío. En esas tres regiones, de las 23,643 embarazadas, 14,231 (60%) comenzaron a recibir cuidado prenatal en su segundo y tercer trimestre de embarazo.
Mientras, en las regiones de MCS la mayoría (91%) inició el cuidado médico de su embarazo en su primer trimestre de embarazo, mientras el 8% llegó en su segundo trimestre y el 1% en su tercer período de gestación.
Preocupan las adolescentes
“En las regiones de Humana es donde más adolescentes embarazadas hay”, reconoció Maritza Espada, directora del área de Planificación y Calidad de la ASES.
Según dijo, en pueblos como Maunabo, Patillas y Naguabo se ha notado una alta tasa de adolescentes embarazadas.
La funcionaria enfatizó que es preocupante que muchas lleguen por primera vez a un médico cuando están a punto de dar a luz, ya en su tercer trimestre de embarazo.
Comentó que en esta población de adolescentes embarazadas, por factores sociales, muchas ocultan su estado por temor a comunicárselo a su familia.
“En municipios donde vemos más embarazos de adolescentes, hacemos un mayor esfuerzo preventivo”, dijo Luis Torres, director de programas de gobierno de Humana.
Como ejemplo, mencionó que en el pueblo de Villalba, al identificar esta problemática, se promovieron una serie de charlas sobre sexo seguro en el curso de salud de las escuelas de nivel secundario.
Por su parte, la doctora Inés Hernández Roses, principal oficial médico de MCS, señaló que, aunque no se identificó una alta tasa de adolescentes embarazadas en las regiones que Mi Salud les asignó, reconocen que esta problemática social abundó en el pueblo de Loíza.
Según Annabelle Carrión, directora del programa de educación en salud, un 59% de las adolescentes embarazadas de las cinco regiones de MCS participaron en talleres educativos.
Dificultades en el cernimiento
Para el doctor William Ramírez Cacho, perinatólogo y director médico de la sala de parto del Manatí Medical Center, es peligroso, tanto para la salud de la madre como para la del bebé por nacer, que la embarazada tenga un cuidado prenatal tardío.
“Después de las veinte semanas ya no se pueden hacer las pruebas de alfafetoproteína para medir posibles condiciones que tenga el bebé, como síndrome de Down”, dijo.
Las pruebas de alfafetoproteína son unos análisis de sangre que deben realizarse las embarazadas. Estos ayudan a detectar cuándo el feto presenta un defecto del tubo neural (como espina bífida), entre otras condiciones y malformaciones. Estas pruebas deben realizarse entre la semana 16 y la 20 de gestación.
Según Ramírez Cacho, otra dificultad es que después de ese término es difícil predecir la posible fecha del parto con exactitud, a menos que se utilice cierto equipo tecnológico que no todos los ginecólogos obstetras tienen disponible en sus oficinas médicas.
“Muchos ginecólogos obstetras ni reciben a embarazadas cuando ya están en su segundo y tercer trimestre del embarazo por los riesgos que conlleva”, dijo al comentar que, por ser médico especialista en perinatología (rama de la medicina que se encarga del estudio y control de los embarazos de alto riesgo), recibe pacientes de toda la Isla, muchas de las cuales llegan ya en su segundo y tercer trimestre de embarazo.
El galeno enfatizó que es vital, particularmente, que las embarazadas tomen las vitaminas prenatales tan pronto sepan que están en gestación, además del ácido fólico, suplemento incluso recomendado para que todas las mujeres en edades reproductivas lo ingieran.
Se estima que de un 15% a 20% de los embarazos de mujeres puertorriqueñas presentan alguna irregularidad que denota anomalías en los fetos por nacer, según informó Ramírez Cacho.
Riesgos prevenibles
La doctora Susana Schwartz, presidenta del capítulo de ginecología y obstetricia del Colegio de Médicos Cirujanos, lamentó la cantidad de embarazadas de Mi Salud que, según la investigación de este diario, llegaron tarde a su cuidado prenatal.
“Hay que ver si tuvieron problemas en registrarse (con un ginecólogo obstetra, según el protocolo exigido por Mi Salud) y si hay muchos embarazos de adolescentes ya que, por razones sociales, muchas veces (las jóvenes) lo esconden (su embarazo) y llegan tarde al cuidado prenatal”, dijo.
Justo al momento en que fue abordada por este diario en una entrevista telefónica, Schwartz estaba atendiendo a una joven de 16 años que estaba comenzando su cuidado prenatal en su segundo trimestre de embarazo en el Hospital Universitario, en el Centro Médico.
La ginecóloga obstetra recalcó que es importante que a la embarazada se le realice una batería de pruebas de condiciones de salud ya que, de identificarse, deben controlarse para evitar complicaciones de salud durante el embarazo y el parto.
Preclampsia (alta presión durante el embarazo), parto prematuro, anomalías del feto, condiciones genéticas y complicaciones durante la gestación, como falta de líquido amniótico, son algunas de las situaciones que pueden dificultar el embarazo y suscitar riesgos de salud ya sea para la madre o el feto.