A puertas cerradas: cómo la defensa bilingüe puede ayudar a quienes tienen menos recursos
This project was originally published in KCBX with support from our 2023 Domestic Violence Impact Fund.
Melanie Senn
La violencia de pareja incluye conductas destinadas a controlar, asustar, manipular o dañar físicamente a la pareja y, a veces, el abuso es sexual.
En la segunda parte de una serie de tres partes sobre la violencia doméstica en el condado de San Luis Obispo, la reportera de KCBX Melanie Senn habló con defensores sobre las barreras adicionales que enfrentan los sobrevivientes indocumentados y lo difícil que puede ser salir.
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En The Link Family Resource Center en Paso Robles, los defensores pedían comida, como lo hacen todas las mañanas y cada semana para llenar la despensa de alimentos. Arlen Merced es una de ellas.
“Por lo general, atendemos a, quiero decir, más de 300 familias al mes,” dijo Merced.
Todos los defensores del Link son bilingües en español e inglés.
“Para que la comunidad hispanohablante se sienta cómoda viniendo con nosotros,” ella dijo.
Merced lleva dos años trabajando en The Link. The Link se está haciendo muy conocido como un lugar al que las familias pueden acudir en busca de ayuda financiera, dificultades legales e inseguridad alimentaria. Los defensores del Link también pueden obtener ayuda para personas, incluidas personas indocumentadas, que han sufrido asalto sexual o están sufriendo violencia doméstica.
Merced, que tiene 25 años, conoce muy bien las barreras que enfrentan estas personas. Ella tiene experiencia con ser indocumentada, haber pasado por asalto sexual y violencia de pareja. Merced llegó a los Estados Unidos de México a la edad de 7 años. Ella es indocumentada, aunque tiene DACA. El asalto sexual ocurrió en una casa de una fraternidad en el colegio.
"Era mi tercer año en el colegio,” ella dijo.
La violación casi la descarriló de sus estudios en el colegio de San Jose State. Su situación empeoró cuando el novio, con quien había salido desde la secundaria, se volvió físicamente agresivo.
“Crecí viendo un poco de violencia doméstica. Simplemente pensé, bueno, va a haber un argumento y alguien va a ser golpeado.Y por eso, cuando pasé por mi asalto sexual, pensé ‘No puedo defenderme porque, ¿qué pasa si empeora?’” ella dijo.
Contra todo pronóstico, Merced fue la primera persona de su familia en obtener una licenciatura. Luego, regresó a Paso Robles y se acercó a Lumina Alliance, que ayuda a las personas afectadas por asalto sexual o violencia doméstica.
“Mi primera terapia fue simplemente llorar y llorar. Me aferré a tantas cosas durante tantos años. Esa fue la única manera en que pude empezar a sanar,” dijo.
Estas experiencias difíciles obligaron a Merced a ayudar a otros. Me habló de una mujer en particular que acudió a The Link en busca de apoyo. Para respetar la confidencialidad de la mujer, Merced me dijo que podía llamarla Milagro. Milagro era alérgica al semen de su marido, una condición no muy conocida que es dolorosa y puede poner en peligro su vida; había estado en la sala de emergencias varias veces. Su condición se puede prevenir por completo con el uso de condones. El marido de Milagro se negó a usar uno.
Merced dijo que le preguntó a Milagro si había hablado con su esposo, “Ya sabes, haciéndole saber que esto sucedió cuando tenían relaciones íntimas.”
Milagro le dijo a Merced que a su marido no le importaba porque ella era su esposa y era su responsabilidad, su deber.
Angie González, directora de defensa de Lumina Alliance, dijo que a menudo las sobrevivientes de violencia de pareja también han sido asaltadas sexualmente por su pareja.
“La narrativa que habían formado en su mente era: 'Así son las cosas. Y no me puedo quejar, tengo que aceptarlo. Si mi pareja quiere tener relaciones sexuales, yo no tengo voz y voto sobre si puedo decir sí o no,’” dijo González.
González dijo que en la comunidad latina la violencia de pareja está normalizada.
“No hablamos de eso. Es algo que pasa a puerta cerrada y se queda a puerta cerrada,” ella dijo.
Sin embargo, Milagro estaba lista para liberarse del abuso de su esposo. Merced asumió el desafío de ayudarla a solicitar una orden de restricción sobre el Internet.
Pero cuando Milagro estaba cerca de dejarlo, su esposo la acechó y la amenazó.
Milagro tenía miedo de que su esposo se llevará a sus tres hijos a México. Al final obtuvo la orden de restricción y pudo mudarse. Merced consiguió asistencia financiera para Milagro a través de Lumina para pagar la renta y ayudó a Milagro a buscar trabajo. Finalmente libre, Milagro pudo comenzar a sanar y vivir por su cuenta.
“Recuerdo la última vez que la vi,” dijo Merced, “estábamos hablando de lo orgullosas que estábamos una de la otra.”
Es difícil para cualquiera que intenta salir de una relación abusiva y rehacer su vida. Angie González dijo que la situación puede ser hasta más difícil para la gente indocumentada porque es posible que no tengan transporte ni cuenta bancaria; Es posible que no puedan conseguir una vivienda sin crédito. Peor es el miedo.
“No necesariamente hablo el idioma. Y si me comunico, ¿me preguntarán si estoy aquí ilegalmente? Si llamo a la policía, ¿podrán ayudarme? ¿O ellos me van a deportar?’ Y entonces hay mucho miedo, muchas barreras,” dijo González.
Afortunadamente, hay personas cariñosas y compasivas en el condado que saben que las personas — todas las personas — que sufren violencia de pareja necesitan ayuda. Y su trabajo es brindar ayuda.
[Nota del departamento del sheriff: “No vamos a investigar su estatus migratorio, ya sea víctima o sospechoso, y simplemente lo manejaremos como lo haríamos con cualquier otra llamada. Por eso no queremos que nadie se abstenga de llamar al 911 y buscar ayuda sólo porque tiene miedo.”]