A puertas cerradas: Rompiendo el ciclo de la violencia doméstica
This project was originally published in KCBX with support from our 2023 Domestic Violence Impact Fund.
Melanie Senn
Conocí a Elle en un café en el centro de San Luis Obispo. Elle me contó lo que le costó salir de una relación abusiva, y sólo me pidió que no usara su nombre, entonces Elle es un seudónimo.
"Mi pareja y yo estuvimos juntos por nueve años," dijo Elle en inglés. "Fue muy bueno haciéndome sentir maravillosa al principio.”
Sin embargo, con el tiempo, la tensión creció por el problema con la bebida de su pareja.
“Su abuso emocional hacia mí fue bastante constante, este tipo de manipulación e insultos,” ella dijo.
Eventualmente, el abuso se volvió físico. Durante una pelea, Elle dijo que estaban luchando cuando ella se cayó y le sangró la nariz.
“Me agarró del pelo y me llevó al garaje,” ella dijo.
Elle se escapó de él, corrió a la casa del vecino, y pidió a los vecinos que llamaran a la policía.
“Cuando las sirenas de la policía se acercaban más y más, él me gritó, ‘Tú hiciste esto, Tú hiciste esto,’” ella dijo.
Decidir salir de una relación abusiva puede ser un prueba enorme. Puede implicar tensiones financieras, obstáculos legales, complicaciones de donde vivir, sin mencionar el costo emocional. Defensores contra la violencia doméstica y sobrevivientes dicen que puede ser un proceso de años.
Según la Línea Directa Nacional contra la Violencia Doméstica, para las personas que intentan dejar una relación abusiva es un promedio de siete veces antes de hacerlo.
Para algunas personas, una llamada desesperada a la policía podría ser el primer paso para salir. El comandante Chad Nicholson, del Departamento del Sheriff del condado de San Luis Obispo, dijo que una pareja que sufre abuso puede quedarse atrapada en una rutina pensando que el abuso es normal.
“Están un poco cegadas por el hecho de que están siendo asaltadas físicamente y abusadas, y puede ser extensivo,” dijo Nicholson.
Según el Departamento de Justicia del Estado de California, el número de llamadas a las autoridades policiales relacionadas con la violencia doméstica en el condado de San Luis Obispo aumentó gradualmente durante la última década, con más de 1,500 llamadas en 2020 durante el COVID-19. Estas fueron solamente llamadas sin incluir incidentes no reportados.
Pero cuando las autoridades reciben esa llamada, responden.
“Lo primero que queremos hacer es separar a las partes involucradas. Ya sabes, quieres detener cualquier tipo de abuso que esté sucediendo de inmediato,” dijo Nicholson.
Las leyes son muy, muy estrictas con respecto a la violencia doméstica. La ley de California establece que este es un escenario de “usted arrestará” si las autoridades tienen una causa probable. Arrestarán a lo que Nicholson llamó el “agresor dominante.” Pero a menudo, el agresor dominante sale de la cárcel bajo fianza por su propia pareja, Nicholson dijo.
"Así que es un círculo vicioso,” dijo Nicholson.
Cuando los agentes del sheriff arrestaron a la pareja de Elle después de esa primera llamada al 911, ella todavía estaba atrapada en ese ciclo. Escribió una carta al fiscal del distrito para defender el caso de su pareja. Elle también lo sacó de la cárcel bajo fianza.
“Hice campaña como loca para protegerlo. Todavía estoy pagando esa deuda de tarjeta de crédito,” dijo Elle.
Elle pensó que la pelea y el arresto fueron su peor momento. Pero unas semanas después, tuvieron otra pelea violenta.
“Lo dejé afuera del cuarto. Él rompió la ventana, se metió a fuerzas al cuarto, y vino hacia mí con un destornillador. Y llamé al 911 nuevamente,” ella dijo.
A la mañana siguiente, ella hizo su maleta y salió de casa, pero cuando regresó para mudarse, ella no pudo entrar. Él había cambiado las cerraduras aunque el nombre de ella estaba en el contrato. Elle regresó a la casa con personal de mudanzas, cinco amigas para ayudarle a empacar, un cerrajero y dos agentes del orden público.
“El cerrajero abre la puerta y está vacía. Está destruido y está vacío. Todo ya no estaba,” ella dijo.
Poco después su ex pareja empezó a acecharla. Se dio cuenta de que necesitaba una orden de restricción. Elle acudió a Lumina Alliance, una organización que ayuda a sobrevivientes de agresión sexual y violencia doméstica, y ellos la ayudaron presentar su caso. El tribunal concedió la orden de restricción, pero ella aún necesitaba notificar a su ex.
“Él vino a un evento en el que sabía que yo estaba. … Fue raro y aterrador para todos,” Elle dijo.
Elle llamó a la policía y le dijo al policía que tenía la documentación de la orden de restricción completa. El policía accedió a detener a su ex y juntos le entregaron la orden. Elle dijo que no podía imaginar cómo otras personas con menos recursos podrían salir de una situación de violencia doméstica.
"Parece simplemente imposible navegar,” ella dijo.
El proceso de salir de esa relación le provocó a Elle muchas emociones distintas y revueltas. Sin embargo, cuando una amiga le preguntó si se sentía triste o sentía lástima por él, ella dijo que sí.
"Y sígo. Nadie actúa así si está bien,” ella dijo.
Al final, Elle paró de intentar de protegerlo y se dio cuenta de que tenía que salirse para protegerse a sí misma.